La educación en las constituciones de los países del Este

ziuganov - copia
Con G.A. Ziuganov secretario general  del PCFR

El tema de la educación y, en general, el de la revolución cultural en los Estados socialistas no puede ser considerado aisladamente, sino en relación con el proceso de edificación del comunismo que, se dice, viene desarrollándose en dichos Estados (1 ).
Se trata, en principio, de un proceso que se desarrolla de acuerdo con unas leyes objetivas, comunes a los diversos países, cada uno de los cuales, sin embargo, no por ello deja de presentar sus peculiaridades propias, fruto de las circunstancias particulares en que se hallan respectivamente inmersos.
Tras largos años de vaguedades y de utilización de una terminología confusa, coincidiendo aproximadamente con la presencia de N. Jruschev en la ta Secretaría del Partido Comunista de la Unión Soviética, comenzó a prestarse atención, de manera sistemática, al tema de la periodificaciónRevista de educacion de dicho proceso edificador comunista. En este sentido, dentro de las dos etapas clásicas, socialista y comunista, se empezó a hablar de unas fases en que aquéllas estarían divididas y que, en líneas generales la unanimidad entre los teóricos no es absoluta— serían: la fase de la transición al socialismo y la fase del socialismo desarrollado (o del socialismo «multilateralmente desarrollado») en la etapa socialista; fase de la transición al comunismo y fase comunista propiamente dicha, en la etapa comunista.
Es cierto que, como apuntábamos, no existe unanimidad total entre los comentaristas y que, en este sentido, por ejemplo, entre una y otra fase del socialismo se habla también de un período intermedio durante el cual se procede a «apuntalar» las bases socialistas, la «victoria del socialismo». Incluso ciertos sectores sostienen que la primera fase de transición no está aún dentro de la formación socioeconómica socialista… Por lo demás, la complejidad es aún mayor si tenemos en cuenta las dificultades existentes a la hora de fijar con criterios nítidos lo que sea el «socialismo desarrollado», fase en la que afirman estar la gran mayoría de los países en cuestión, y cuyos contornos están rodeados por no pocas oscuridades, debidas, al parecer, no sólo a la diversidad de experiencias, sino también al hecho de que, metodológicamente, este período supone algo totalmente nuevo, inexplorado.
Así, no sólo resulta difícil determinar —declaraciones oficiales aparte— qué países han comenzado a desarrollar el socialismo, sino que más difícil todavía resulta establecer el grado de desarrollo socialista concreto en que pueda encontrarse cada uno de ellos. Y es que las mediciones, relativamente sencillas en el campo económico —sobre la base, por ejemplo, y suponiendo que se acepte el criterio como válido, del índice de socialización— no lo son tanto en el campo social, o en el político.
En este sentido, como decía, el tema de la cultura y de la educación debe ser considerado como inmerso en este contexto de la «construcción del comunismo », en relación íntima con la forja de la base material y técnica de este último, con los intentos de creación de un «hombre nuevo», con el principio de la planificación, que no es solamente una planificación económica, etc. Todo ello, además, en una relación de carácter dialéctico, en cuanto que la educación al ser necesaria para el progreso, es, además de un derecho, al mismo tiempo un deber, una obligación de adquirir, haciendo uso de aquel derecho, la formación que permite al individuo intervenir en las relaciones sociales; o, dicho con otras palabras, que el nivel educativo vendría a ser uno de los factores que intervienen en la dinámica de la edificación del comunismo, y que, al mismo tiempo, resulta imprescindible, para llevar a cabo la «reeducación» del hombre, elaborar una base material y técnica que, se estima, surgiría como consecuencia de la socialización de los medios de producción en la industria y en la agricultura. En palabras de V. Afanasiev, se trata de un proceso gradual en el que ni siquiera desaparecen, o tienen que desaparecer
totalmente, determinados elementos de la formación socioeconómica burguesa, un proceso que «requiere trabajos arduos y una hábil organización, ya que la reeducación del individuo no puede ser llevada a cabo con decretos o de un plumazo» (2).

Descargar artículo completo aquí:

LA EDUCACION EN LAS CONSTITUCIONES DE

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s